En Arroyo de la Rosa Abogados estamos conentos de anunciar que llevamos un cien por cien de casos ganados frente a entidades financieras por al firma de productos complejos con clientes minoristas, de perfil conservador. Empresas, particulares y demás clientes están muy contentos porque por fin han visto realizado un proyecto que daban por perdido, seguro que en momentos de flaqueza.
Swaps, preferentes, subordinadas, fondos mixtos internacionales, e incluso simples acciones, etc., son varios de los productos que ha tenido que desgranar este despacho ante la Justicia, incluso superando la famosa clausula de convenio arbitral que impedía que conociera un Juez predeterminado, para conseguir no sólo recuperar los ahorros perdidos inicialmente, sino también el interés correspondiente, el legal (y no el 1 % que ofrece cierta entidad en este momento), además de las costas del proceso.
El Sr. López (nombre ficticio), ha expresado su alegría al recibir un mandamiento de devolución por la cantidad de lo perdido más el cuatro por ciento de media. La Sra. Araques (nombre inventado), ha sido víctima de un pequeño error por parte de la entidad bancaría pagadora del mandamiento, pero esta semana percibirá la suma de lo inveritdo, más una justa compensación por el daño o perjuicio irrogado. Tampoco nos ha abonado nada, dado que la entidad demandada paga las cosas del proceso (y bien contentos estamos en este despacho de que la Sra. Araques no haya tenido que abonar nada).
La técnica principal se base en centrar el objeto del juicio en la controversia enre la mála praxis bancaria por cuanto a la información, y la relación de causalidad que existe entre ésta y el error padecido por el cliente al contratar el producto. No pueden haber pasado más de cuatro años desde que se liquidó definitivamente el contrato, o desde que UD. se enterase de que su contrato era nulo por dicha falta de información.
Por lo dicho, lo invitamos a analizar su caso, sin compromiso alguno, para que si por desgracia ha padecido el engaño por parte de su entidad bancaria, pueda un díá vivir la misma experiencia que nuestros clientes al sentir que han ganado contra una gran y malevola, nos permitimos decir literáriamente, entidad.
Alzira, a siete de mayo de dos mil dieciséis. Álvaro Llorens García.